Fue un partido de fogueo a dos caras: el primer tiempo para llorar y el segundo tiempo al ...
Fue un partido de fogueo a dos caras: el primer tiempo para llorar y el segundo tiempo al menos para mostrar algo de ganas e ideas. Revobinando los primeros 45 minutos, un "tragame tierra" ante el equipo olímpico brasileño, con una Bolivia desdibujada, esa Bolivia que nadie quisiera ver, esa Bolivia que juega a nada, como si los que jugaran no tuvieran la menor idea, fue lo que se vio, anoche, en Cuiaba, en el estadio mundialista de los pentacampeones del mundo, siendo que más bien que el elenco nacional del DT Mauricio Soria no jugó ante la Verde Amarella absoluta, ya que la escuadra de Dunga juega hoy ante Argentina, en otro amistoso de la fecha FIFA que se juega de cara a la Copa América de Chile 2015, con la mira en las eliminatorias del Mundial de Rusia 2018.En este contexto, Bolivia jugó con el equipo juvenil brasileño que jugará en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, al que ya están clasificados, de manera directa, por eso, anoche, se explayaron. Meleán y Azogue recuperaban pelotas perdidas, pero de nada servían. Quiñóñez la pasó mal en el arco boliviano. La jugada previa al 1-0 de Brasil fue gracias a una gran jugada de Fabinho, que dejó a tres defensores en el camino, incluido al capitán Ronald Raldes. Los jóvenes brasileños tuvieron un inicio arrollador. Con un inspirado Anderson Talisca, los locales movían los hilos a su antojo. En Bolivia el que mejor se paraba en el terreno de juego era el argentino-boliviano Damián Lizio, pero no bastaba, porque no podía solito.
El cotejo se juega en el estadio mundialista Arena Pantanal de la ciudad de Cuiabá y había vergüenza boliviana una vez más. Los goles para la Canarinha en el primer tiempo fueron anotados por Thalles Lima (14' y 41') y Luan Guilherme (40').
En el segundo tiempo, la selección boliviana volvió a jugar entre luces y sombras, pero el ingreso del Conejo Arce, sirvió, en el análisis global de consuelo de pobres, para mostrar una dupla mejorada, entre Mojica y Lizzio, pero fue solo espejismo, que puede ser realidad, si hay juego propositivo a futuro, siendo que la joven Brasil fue superior en todas sus líneas.
Los dirigidos por Soria se vieron sorprendidos por los brasileños que superaron en velocidad y juego pragmático, pauta futbolera que mostró Bolivia, en el 3-1, cuando hilbanaron una jugada colectiva como pocas, la pelota le queda a Mojica, pasa a Lizzio, y este anota, ante la salida del meta brasileño, y pellizcarse, y nada más, y cuando faltaban 7 minutos para el final, Arce se perdió el 3-2, solito frente al arco, con arquero ya vencido.