Tal y como sucedió en las finales de México 86 e Italia 90, Argentina y Alemania vuelven a...
Tal y como sucedió en las finales de México 86 e Italia 90, Argentina y Alemania vuelven a enfrentarse en un duelo por el título de la Copa del Mundo. El escenario es el mítico estadio Maracaná de Río de Janeiro, que desde hace días luce agitado ante la invasión de aficionados, la mayoría argentinos. El choque comenzará a las 15:00 (hb) y será dirigido por el italiano Nicola Rizzoli.Mauricio Cambará - enviado especial
El pintoresco estadio Sao Januario, de propiedad del Vasco da Gama, recibió el sábado a ambas selecciones en el cierre de prácticas. Alemania lo hizo primero tras dejar Bahía, su lugar de concentración, y luego le tocó a Argentina, que también un día antes se trasladó desde Belo Horizonte. Hay respeto mutuo aunque en la previa el favorito es el europeo.
La seguridad con la que habló el técnico Joachim Löw en la sala de prensa del Maracaná marca la pauta de un equipo con una idea clara, de fútbol, de buen trato al balón, pero con una rigidez táctica muy a la alemana. En este once no hay una figura descollante, destaca un equipo, un batallón con comandantes como el meta Manuel Neuer, como el capitán Philipp Lahm, o como el zaguero Matz Hummels. A estos líderes futbolísticos se acopla bien Thomas Müller, de gran Mundial pese a sus 24 años.
En frente tendrán a la Argentina de Lionel Messi, que aunque ha sido irregular, le puede bastar un segundo de magia para definir un partido. Si hay algo que los argentinos tienen previo a este tipo de duelos, es coraje. Han ido creciendo durante la competición, desde el criticado 5-3-2 ante Bosnia hasta llegar al 4-3-3 que se utiliza como "esquema madre" como lo definió el propio Alejandro Sabella. La defensa hoy luce más sólida con Martín Demichelis y Ezequiel Garay en la última línea, pero bien colaborados por el gran Javier Mascherano, que no solo quita y toca, sino que ordena, grita y manda.
Los teutones llegan con el pecho inflado tras el 7-1 a Brasil, no jugaron los 30' de alargue y tienen un día más de descanso que su rival. Löw no recitó el onceno pero es casi un hecho que saldrá con los mismos que ante Brasil, en el que Lahm seguirá como marcador de punta y donde Miroslav Klose será el referente de área. Sami Khedira y Toni Kroos tienen la licencia para colaborar arriba cuando Klose se junte con Thomas Müller. "Mascherano es el líder de una jauría de lobos", avisó Schweinsteiger.
Pleno respaldo
Hay miles de hinchas argentinos en Río y se prevé que hoy vistan el estadio de albiceleste. El objetivo es que se vayan alegres y para ello Sabella apuesta por fortalecer el medio. Como Di María el sábado se resintió de su lesión, Enzo Pérez seguirá en el onceno inicial para ser una vía de escape por derecha. No saldrá a arrollar, sino a esperar, y a la mínima hacer daño con Messi e Higuaín. La final invita porque en cancha estarán dos potencias que se conocen bien.